Hijo adorado hoy a un mes de tu partida física mi príncipe, quisiera decirte que estoy más tranquila que el dolor a mitigado pero es imposible decir tan grande mentira mi amor. No puedo hijo de mi vida, disculpame pero siento que no voy a poder con tan inmenso dolor, esto no es justo papi siento que me desgarraron el alma, el corazón ya no se si me late hijo, solo siento un inmenso vacío en mi pecho que no es normal. Mis días se han convertido en un solo pensamiento infinito que no cesa ni de noche ni de día. No tengo paz mi negrito querido, te prometo que quiero salir de esta tristeza que me tiene muerta en vida papi pero no puedo porque mi alegría se fue contigo mi amor, aún cuando tengo la dicha de tener a  tu hermano conmigo que también es mi vida. Siento que me falta la respiración para continuar. No sé cómo hacer para darle ánimo a él, se que también sufre y que me necesita pero no sé hijito mío son tantas cosas que me están carcomiendo el alma mi santo, siento tanto dolor tanta rabia de no saber que pasó? Porqué te fuiste tan rápido? Que pasó mi Dios? Teníamos tantos planes y tu tantas metas que cumplir! No entiendo hijo busco respuestas a todas estas preguntas  que me envenenan el alma y no las consigo, solo se que la vida es tan injusta y que se nos va en un abrir y cerrar de ojos, que no hay edad para  irse sin avisar. Sólo Dios sabe pq pasan las cosas y se que él me dará las respuestas. Hijo a veces pienso que presentías tu partida porque ya no veía alegría en tu carita solo una profunda tristeza que me desgarraba por dentro al mirarte mi principe. Cuando comenzaste a sentirte mal no quisiste que viajaramos a ojeda. Te negaste rotundamente ni tampoco a Brasil, me dijiste no mamita no quiero ir no te desesperes por favor no te preocupes yo me quiero quedar aquí. Pero seguías con tu tristeza acuestas a pesar de los intentos míos para que salieras a donde tu abuela  a distraernos a jugar lotería solo para oír tus ocurrencias y tu risa. Risa tan contagiosa y hermosa pero ya no eras tu, ya no eras mi Avilio alegre y bullanguero. Se que me ocultabas tus dolores y angustias para que yo no preocupara ni me desesperara como siempre me decías, no te desesperes mamita. Hijito amado hoy solo me queda pedirle a nuestro padre celestial que desde allá arriba nos de la fortaleza y a ti mi amor que te de todos los abrazos y besos que a mi me faltaron darte... Dios te bendiga y te guarde en su morada mi negrito mi @aviliocabrera

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